​ Pancho tiene doce años y pesa 12 kilos. Necesita una casa donde le quieren de verdad. No como la casa donde ha vivido hasta hoy y donde decidieron abandonarlo. El pobre no había pisado un veterinario en años y tenía uñas de varios centímetros. Hemos cambiado el chip a nombre de apac, le hemos vacunado, desparasitado y sacado sangre para análisis. Está confuso, no sabe que le pasa pero no ha hecho ningún gesto malo cuando le hemos cortado las uñas o sacado sangre. Ahora lo que necesita es una casa donde puede vivir hasta el final de sus días.

Pancho estaba un poco en choque cuando llegó a su casa de acogida pero está mejorando rápido. Mueve el rabo cuando ve a su mamá temporal y le encanta explorar en el jardín. Tiene que ser un cambio grande después de vivir en un balcón por mucho tiempo...

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